Lo que nunca se había visto.
Mientras estaba ejecutando los pases magnéticos, Valdemar se levantó y dijo: - ¿Para qué hay tanta gente aquí? Ya déjenme morir tranquilo.
- Ahora si proceda - me dijo el "sonámbulo", volviéndose a acostar en su lecho de muerte.
Yo, proseguí. Enseguida comenzó un titiriteo violento en el paciente que indujo el temor entre los que quedamos allí.
Valdemar tomó repentinamente mi mano. Se me estaba saliendo el corazón por la boca.
Luego, se volvió a parar y se rió a carcajadas. Se revolcaba en el suelo como si intentara burlarse de nosotros y dijo: - ¡Que ingenuos; he estado fingiendo desde el principio. Son unos cobardes.
Fué tanto el susto que hasta el doctor F. cayó desmayado.
Lo más extraño fué que se retiró de su propia casa y no volvimos a saber nada de él.
Todavía sentimos pavor, no lo creemos. Después de tantas cosas ¿quién íba a ceerlo?.
Unos dicen que su cuerpo se desvaneció, otros que hizo un pacto con el demonio. Muchos creen que se suicidó y otros tantos dicen que ahora es un hombre rico que vive en las colinas y que anda disfrazado. Pero aseguran que es él por las cicatrices.
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