miércoles, 27 de octubre de 2010

Final de "El sueño del rey".

Hay que soñar.

    El rey despertó y no volvió a soñar más.
     Un día en que el monarca celebraba el día de Frambeluz y todos los súbditos debutaban para él, apareció Yally, una hermosa jóven que vivía en la aldea más recóndita de Roanne y había venido para deleitar al público con su dulce voz.
     Cuando ésta fué a reverenciar al rey le dijo: - Ya me conoce, vengo de su sueño más profundo y vine para hacerlo realidad.
     El rey recordó que aquella mujer del sueño era ella. No quiso esperar más y la cortejó en frente de sus súbditos y cientos de doncellas que morirían por esa oportunidad. Ésta aceptó sin condiciones. Por fín el gallardo gobernante que había vivido en completa soledad durante años había encontrado su media naranja.

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