Ensayos basados en los cuentos de Samanta Schweblin.
El tercer grupo de ensayos inspirados en los cuentos de Samanta Schweblin fue muy convincente, pues ya no se cometieron tantas faltas ortográficas como en el segundo grupo, pero a la vez me resultó pesado leerlos, ya que fueron muy redundantes los argumentos que utilizaron los autores para sustentar sus tesis. El ensayo de Rosmary no me gustó para nada, puesto que al parecer no tenía idea de lo que estaba hablando, lo que provocó la falta de sentido en la mayoría de sus oraciones, con citas textuales que no encajaban correctamente. Sin embargo, hay que aclarar que fue encantadora la forma en que relacionó la situación del país con el cuento “La medida de las cosas”. Por otro lado, el escrito de Raymundo Solano sobre el relato de Schweblin “Mujeres desesperadas”, busca concientizar a las jóvenes dominicanas para que vivan el presente y disfruten de cada etapa de su vida. No obstante, tenía un mal uso de ciertos conectores, al mismo tiempo que perdía la concordancia de número en varias de sus frases. En última instancia, se encuentra el ensayo de Ivonne Mendoza, quien con una magnífica estructuración, un buen uso de conectores y una excelente argumentación sobre la historia de Samanta “Papá Noel duerme en casa”, logra enfocar los valores y el comportamiento de cada uno de los personajes, manteniendo la esencia desde el principio hasta el final. Por tales razones fue el que más llamó mi atención de los ensayos de este conjunto. En otro orden, si tendría que elegir cual fue el mejor escrito de los tres grupos, sin duda alguna escogería el de Rosa Méndez, pues cumple con todos los requisitos de un ensayo admirable, es decir, una extensión considerable, utilización de citas textuales acordes con el tema y bien ubicadas en él, además de una impecable puntuación y ortografía y sobre todo lo más importante, mantiene al lector enfocado y atento en sus sustanciosos argumentos.
El tercer grupo de ensayos inspirados en los cuentos de Samanta Schweblin fue muy convincente, pues ya no se cometieron tantas faltas ortográficas como en el segundo grupo, pero a la vez me resultó pesado leerlos, ya que fueron muy redundantes los argumentos que utilizaron los autores para sustentar sus tesis. El ensayo de Rosmary no me gustó para nada, puesto que al parecer no tenía idea de lo que estaba hablando, lo que provocó la falta de sentido en la mayoría de sus oraciones, con citas textuales que no encajaban correctamente. Sin embargo, hay que aclarar que fue encantadora la forma en que relacionó la situación del país con el cuento “La medida de las cosas”. Por otro lado, el escrito de Raymundo Solano sobre el relato de Schweblin “Mujeres desesperadas”, busca concientizar a las jóvenes dominicanas para que vivan el presente y disfruten de cada etapa de su vida. No obstante, tenía un mal uso de ciertos conectores, al mismo tiempo que perdía la concordancia de número en varias de sus frases. En última instancia, se encuentra el ensayo de Ivonne Mendoza, quien con una magnífica estructuración, un buen uso de conectores y una excelente argumentación sobre la historia de Samanta “Papá Noel duerme en casa”, logra enfocar los valores y el comportamiento de cada uno de los personajes, manteniendo la esencia desde el principio hasta el final. Por tales razones fue el que más llamó mi atención de los ensayos de este conjunto. En otro orden, si tendría que elegir cual fue el mejor escrito de los tres grupos, sin duda alguna escogería el de Rosa Méndez, pues cumple con todos los requisitos de un ensayo admirable, es decir, una extensión considerable, utilización de citas textuales acordes con el tema y bien ubicadas en él, además de una impecable puntuación y ortografía y sobre todo lo más importante, mantiene al lector enfocado y atento en sus sustanciosos argumentos.
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